Videoinstalación Don Quijote: Tristes figuras, de Mieke Bal

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Videoinstalación Don Quijote: Tristes figuras, de Mieke Bal

© Ebba Sund [1]


Mariana Mussetta
Universidad Nacional de Villa María

Andrés Belfanti
Universidad Nacional de Villa María
Universidad Provincial de Córdoba

 

 

Advertencia: Escribimos este texto, no como una sucesión de párrafos, sino como un laberinto de hipervínculos que no siempre llevan a alguna parte. En sintonía con la obra que reseñamos, proponemos un espacio polifónico en el que pueden elegirse recorridos de lecturas no lineales.

 

¿Cómo es esto de la
videoinstalación? Díganme por
dónde empiezo.

Se puede escribir con imágenes y palabras, con movimiento y sonido, o quizás, mejor aún, con aquellos intersticios y redes de conexiones entre todos ellos, dándole al público espectador un lugar central al invitarlo a sentarse cómodamente para sumergirse en ese devenir, y libertad para construir su propia narrativa a partir de esta experiencia artística.

Cuando fui invitado a realizar la curaduría, en lo primero que pensé fue el espacio. Un lugar que estaba lejos de ser el «cubo blanco», un lugar que de alguna forma ya se encontraba lleno de las inscripciones de lxs habitantes históricxs y actuales. Al escribir Cervantes la segunda parte del Quijote, se enfrenta a la misma problemática: alguien ya lo había hecho antes.

En el fragmento inicial, Don Quijote se come el libro que lee: la forma más radical de volverse su vida toda ficción. Pero él, ¿sabe que ya es ficción? Ficción que quiere volverse ficción, el espejo-abismo de la ficción en que nos vemos.

«¿Hay algo que la ficción no toque?», se pregunta Mieke Bal. En esa pregunta los extremos se tocan. Justamente, para El Quijote, la ficción no toca nada. Todo es verdad.

Mieke Bal nos dice que hacer imágenes consiste en contaminar mutuamente las acciones de leer, imaginar, visualizar y escribir. Nos convence de que las palabras clave no son las categorías, los conceptos, sino el entre, los umbrales, la interdependencia entre ellos. La imaginación, sostiene, es una parte integral de la historia en la búsqueda de la verdad, el verdadero idioma de la mediación.

Trauma, pointlessness, alienation, intolerance and difficulties of communication (...) visual chaos, sonic cacophony, and linguistic confusion.

En el fragmento número 4, titulado «Who is Don Quijote», en un giro metaficcional, los personajes se refieren a las formas de desarrollar un posible guión. Citan, en el diálogo, el cuento «Pierre Menard, autor del Quijote» de Jorge Luis Borges. Como sabemos, el célebre texto refiere al intento de Menard de escribir nuevamente el Quijote, no una versión o una adaptación, sino la obra completa nuevamente, verbatim. Esta cita, ¿podría funcionar como punto de partida para leer la obra de Bal en relación a su ‘original’?

no linealidad, polifonía, cacofonía, operaciones rizomáticas.

La videoinstalación, que ya cuenta con puestas en Murcia, España, y Alemania, pudo apreciarse por primera vez en América Latina en el marco del Congreso de la Asociación Argentina de Estudios sobre Cine y Audiovisual (ASAECA), en Villa María (Córdoba) con el apoyo de la Universidad Nacional de Villa María y su Programa de Investigación en Artes «Experienciar el Arte de/desde Villa María. Escrituras en Tensión II».

Del texto curatorial: Funcionario público, artista o padre de familia; la distancia y la ilusión de la máscara es nuestro escudo contra la crueldad de los demás y la propia.

El público provee la continuidad que no está dada, ni espacial ni cronológicamente. Nuestros cuerpos son atravesados por la ficción y se traducen en un aquí y ahora, situados en este rincón del mundo. Todes somos Don Quijote. Quienes sufren, sueñan, (se) salvan, (se) imaginan.

Con Don Quijote, Tristes figuras, la poética citacional de Mieke Bal demuestra una vez más cómo se puede hacer un uso productivo del anacronismo.

Mi escena favorita es la del
naufragio.

¿Qué decir del Quijote que no se haya dicho ya? ¿Cómo hablar de Mieke Bal y decir algo interesante, inteligente, sobre su obra, inserta en su vastísima trayectoria como crítica, teórica, artista? No way.

Quizás se pueda jugar con diferentes idiomas, imágenes, colores, hipervínculos, tipografía… como un patchwork de citas y fragmentos. ¿Cuáles serán las pautas editoriales?

La video instalación nos interpela en su potencia para combinar prácticas tan diversas como argumentar, documentar, activar la imaginación y producir memoria, donde operan lenguajes muy disímiles que poseen materialidades, procedimientos y códigos, con su propio espesor y riqueza tecno-expresiva.

Una nueva versión de esta instalación en Villa María estaba condenada al fracaso, ¿qué oportunidad tenemos frente a los recursos y visibilidad del mismo proyecto hecho en cualquier lugar de Europa? Había que hacer la videoinstalación por primera vez. Nuestra única ventaja era ignorarlo casi todo, como Pierre Menard.

Mieke Bal hace hablar a sus personajes en los idiomas que cada actor y actriz habla. Esto rompe la suspensión de incredulidad, pero, paradójicamente, acerca a la «verdad» de los personajes, crea empatía. Nos acerca. Tal vez el constante anacronismo en los guiños a la actualidad opere de manera similar.

durational look, dialogical engagement, image thinking

¿Y si la labor de curaduría se asemeja a una polifonía de epígrafes? Jamás la persona a cargo de la curaduría habla sola. La tradición, sus lecturas, su formación académica y artística hablan a través suyo. Siempre, e irremediablemente, es situada, y de allí su riqueza. Su originalidad en la ausencia de ella.

hybridation des temporalités sous-jacentes,
environnement multilingue,
fort potentiel politique

Ya se han dicho toneladas tanto sobre el Quijote como sobre Mieke. Digamos algo situado, distinto, donde la forma y el contenido sean inseparables, jueguen una danza, igual que en la videoinstalación.

Compasión y empatía mediada por pantallas. Nos conmovemos antes de entender. El arte tiene eso, ¿no?

Agregaría un texto corto con números fijos en lenguaje formal: 15 pantallas, tres idiomas, 5 actores, 1 actriz, tantas fotos, tantas locaciones en exteriores, tantas en interiores, tantos bancos, tantos días en exhibición, tantos metros de cable, tantos metros cuadrados.

Del texto curatorial: Quijote: El único no-personaje de esta historia. En él, la distancia irónica es abolida por el contacto directo con la ficción. Un loco que enfrenta molinos de viento y bolsas de nylon, que grita, tartamudea y dice: «Yo es otro» [2] . Su triste figura no puede (no quiere) pactar con la ilusión de la máscara. Ni la suya, ni la nuestra: Es un caballero de la misma forma en que nosotros somos cínicos. En él, esta primera ficción que nos protege está ausente. No lee, devora. No fantasea, encarna. No calcula, se entristece.

El montaje y el texto de sala buscan evitar la idea de que la obra de Bal funciona como una actualización, una especie de «Quijote contemporáneo».

Gente en el rincón opuesto [3] del mundo que interactúa con pantallas que muestran personas que interactúan en distintos idiomas.

Nuestro programa, Programa de Investigación en Artes «Experienciar el Arte de/desde Villa María. Escrituras en Tensión II», concibe al arte como experiencia situada, con el foco en las producciones académicas y artísticas puestas en tensión, en diálogo, en una multiplicidad de lenguajes, géneros y prácticas: En él se debate acerca de la escritura como problemática, desnaturalizando, desde un enfoque interdisciplinar, aquello que da cuenta de la experiencia poiética vinculada a los espacios universitarios y de los objetos artísticos que resultan de interés para la comprensión de fenómenos contemporáneos de la producción artística.

Pactar con la máscara: Docente universitario integra equipo de investigación, ansioso por el resquicio que da lugar al caos creativo, el juego con los símbolos. Nota mental: Recordar que se llama curaduría.

Si bien la curaduría propuso un espacio caótico para que el público decidiera la construcción de una narrativa a través de su recorrido, fue imposible, por las condiciones materiales, no darle alguna preeminencia a tal o cual escena. En ese proceso, emergió la figura de 'Sancha', escudera de la ficción, pero, sobre todo, la que empatiza y consuela al triste caballero. La que salva al Quijote de la ficción que lo devora, devolviéndole el gesto.

Del texto curatorial: Dice Slavoj Zizek que en la fantasía postideológica, funcionamos mediante la ilusión de una distancia irónica entre saber y hacer. Una ficción que opera por sí misma, sostenida a través de los objetos, que creen por nosotros. Actores, guionistas y técnicos aparecen delante de cámara y muestran esta ficción última que sostiene al personaje principal, desentonado y anacrónico. ¿Qué hay detrás?, ¿más ficción?

 


 

 

1 Videoinstalación Don Quijote Tristes Figuras Usina Cultural UNVM26042022
Imágenes tomadas durante la videoinstalación Don Quijote: Tristes figuras de Mieke Bal. Usina Cultural UNVM, 26 de abril de 2022 Villa María, Córdoba, Argentina.
3 Videoinstalación Don Quijote Tristes Figuras Usina Cultural UNVM26042022
Imágenes tomadas durante la videoinstalación Don Quijote: Tristes figuras de Mieke Bal. Usina Cultural UNVM, 26 de abril de 2022 Villa María, Córdoba, Argentina.
2 Videoinstalación Don Quijote Tristes Figuras Usina Cultural UNVM26042022
Imágenes tomadas durante la videoinstalación Don Quijote: Tristes figuras de Mieke Bal. Usina Cultural UNVM, 26 de abril de 2022 Villa María, Córdoba, Argentina.

 

 

Notas

[1] Véase https://www.miekebal.org/copy-of-artwork-page-template-2

[2] Google docs sugiere considerar cambiar a «soy otro». El arte suele no ser gramaticalmente correcto. A veces, las reseñas de obras tampoco son amigas de las convenciones.

[3] Entiéndase por rincón opuesto a aquella locación al sur de Sudamérica, a miles de kilómetros de donde se escribió el Quijote y Bal ideó su obra.

 

Imagen inicial © Ebba Sund


Referencia electrónica

Mussetta, Mariana y Andrés Belfanti. «Videoinstalación Don Quijote: Tristes Figuras, de Mieke Bal». Hyperborea. Revista de ensayo y creación. 5 (2022): 238-246. https://www.hyperborea-labtis.org/es/paper/sobre-la-videoinstalacion-don-quijote-296
DOI: https://doi.org/10.5281/zenodo.7020165

 

 

Publicación Hyperborea
Número 05